quinta-feira, 10 de abril de 2008

A las cinco de la tarde

Um dos poemas mais belos, que o meu saudoso Mestre Padre Manuel Antunes me ensinou a apreciar, é este do infeliz Federico Garcia Lorca, vitimizado pelo franquismo:

“LA COGIDA Y LA MUERTE “- 1ª parte do «Llanto por Ignacio Sanches Mejías»

A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco da la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.
El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones del bordón
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.
En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.
Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde,
Cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en punto de la tarde.
Un ataúd con ruelas es la cama
a las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oídeo
a las cinco de la tarde.
El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde.
El quarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.
A los lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde,
Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde,
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
¡Ay qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!

2 comentários:

AG disse...

Acredite que li todo o poema. No"a las cinco de la tarde", mas às duas da manhã...
Um abraço

aix disse...

«Xo»,obrigado pela simpatia e pelo abraço,que retribuo.Só agora reparei que omiti o A.,obviamente Federico Garcia Lorca.